El pasado 7 de Noviembre, Brasil y Alemania presentaron una versión preliminar de una Resolución pro-privacidad en la Asamblea General de la ONU. En momentos en que la indignación pública sobre el alcance del programa de vigilancia masiva de EE.UU. y Reino Unido ya se encuentra en su punto más alto, el proyecto de resolución de la Asamblea de las Naciones Unidas se convierte en el primer reconocimiento oficial de la amenaza que la vigilancia masiva constituye para los derechos humanos de los ciudadanos del mundo.

El proyecto de resolución es importante en muchos aspectos, pero sobre todo porque condena profundamente las "violaciones y abusos” que pueden derivarse de la vigilancia de las comunicaciones, incluida la “vigilancia extraterritorial”, y en particular, “la vigilancia masiva ".

El proyecto de resolución convoca a todos los Estados a:

  • Poner fin a violaciones a la privacidad y asegurar que sus leyes nacionales, prácticas y procedimientos cumplan con sus  obligaciones internacionales de derechos humanos.

  • Establecer mecanismos de supervisión nacionales independientes capaces de mantener la transparencia y la responsabilidad de la vigilancia estatal de las comunicaciones, y

  • Solicita a la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que presente un informe provisional sobre la protección del derecho a la intimidad en la próxima Asamblea General.

La toma de posición de Brasil y Alemania, se explica partiendo del hecho que ambas naciones han atravesado un episodio similar; la vigilancia de las comunicaciones a autoridades  e incluso la recolección  de información corporativa - a menudo de alto valor económico - ha sido parte del espionaje de la NSA. Más aún, la vigilancia incluye la recolección indiscriminada de los datos de los ciudadanos de a pie, no sospechosos de causa alguna. Esta situación lleva este asunto a un punto en que se espera una reacción.

Esta reacción se trasluce en el apoyo a una resolución que además será una excelente oportunidad para que los estados modernicen su visión del derecho internacional de los derechos humanos en el contexto digital, tomando en cuenta el progreso de las tecnologías y técnicas de vigilancia de las comunicaciones en los últimos 25 años.

En su discurso, la Misión Permanente de Alemania en Nueva York hizo referencia a una sesión paralela desarrollada durante la vigésimo cuarta sesión del Consejo de Derechos Humanos. En ella, los Estados miembros sostuvieron un intenso y apasionado debate sobre la vigilancia masiva. En esta reunión EFF, Privacy International, Access, APC, Article 19, y una coalición de 290 organizaciones presentaron oficialmente los Principios Internacionales sobre la Aplicación de los Derechos Humanos a la Vigilancia de las Comunicaciones.

El objetivo de todos estos principios es darle a los Estados - y a la sociedad civil - un marco referencial para evaluar si las leyes y las prácticas de vigilancia actuales o propuestas están en consonancia con los derechos humanos. Estos principios se basan en los estándares ya existentes de derechos humanos que han aparecido citados en el nuevo proyecto de ley de reforma de las telecomunicaciones de México, en editoriales y artículos periodísticos, y han sido mencionados por funcionarios políticos en distintos países.

Esperamos que otros países se sumen a la valiente postura de Brasil y Alemania en condenar explícitamente la vigilancia masiva a ciudadanos de a pie, apoyando el actual proyecto de resolución. Sin embargo, también debemos estar alertas contra cualquier propuesta que busque debilitar el texto del proyecto por parte de aquellos países que desean continuar sus políticas de espionaje. Este es el momento en que todos los ciudadanos interesados deben presionar a sus gobiernos a cumplir con los principios firmados por más de 290 organizaciones no gubernamentales. Es hora de defender los principios en contra de la vigilancia masiva en las Naciones Unidas, y en cualquier otro espacio de la política públicas a nivel regional y nacional.